Nadie ha venido a mi casa y me ha dicho que ya no puedo vivir aquí. No han tomado mis tierras, no han amenazado a mi familia, nunca me han dicho que me vaya. Jamás he tenido que usar otro idioma que no es el mío para dar a mis hijos atención médica. No me han dicho terrorista, cuando les conviene. No me han dicho campesino, cuando les conviene. Soy Peruano, pero tuve la inmensa suerte de haber nacido en la ciudad y por eso nunca tuve que pasar por esto. Mi compromiso viene por oír las voces de mis hermanos que sí lo vivieron. Sin embargo, siento que cuando decidí ser abogado de derechos humanos las amenazas comenzaron a llegar y cada vez son más directas.



Bruno Rodríguez Reveggino

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Esta página web abre una oportunidad importante de crear comunidades transnacionales de defensores de derechos humanos. Como defensor de derechos humanos en Guatemala, he comprobado la veracidad de la frase bíblica: “nadie es profeta en su propia tierra”. Defender los derechos humanos me ha valido acusaciones de terrorista, comunista, oportunista. Y además de la estigmatización social, uno pone en riesgo su propia vida por defender unos ideales mínimos que no cuesta mucho trabajo concebir como universales.​

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Pero me alienta leer saber que no estoy solo en la lucha, que hay otros que tienen el mismo sueño. Y que en esta página presentan su testimonio. Otros que como Oscar Carrupia, han sido perseguidos por defender a sus comunidades y que sin embargo todavía hacen que su voz se haga escuchar por medio de este testimonio. Quizás la luz al final del túnel no es la luz de otro tren que se acerca sino la luz de la justicia, resultado de las muchas pequeñas luces que se encienden y que por más pequeñas que sean cuando se juntan entre si erradican definitivamente la oscuridad. Gracias por sus testimonios.



Christian González



Gracias a Christopher y a tus colegas por sus testimonios. La presentación interactiva permite una amplia participación. Es muy refrescante poder llegar a conocer estas personas, hombres y mujeres, jóvenes o más experimentados, abogados y líderes comunitarios. Esos militantes en derechos humanos me hacen pensar en la cantidad de personas, jóvenes o viejos, que tuve el privilegio de encontrar a lo largo de mi vida y de mi carrera en relaciones internacionales.​



Gaëtane Gascon, Gatineau (QC)